06 marzo, 2010

Tejes de vida la historia

Tejes de vida la historia


agua y mimbre en tus manos

recorriendo los siglos que fueron

apresando las sombras

vistiendo de negro los pasos del tiempo



Tejes los recuerdos

ojos negros abiertos a la luna

en los ríos atesoras tus secretos



Tristeza de plata en tu pelo

luz vistiendo tu cuerpo.

Así te imagino

luchando violenta y sin ganas

en la guerra de los hombres

que llenan tus ríos de sangre

que ensalzan la muerte en sus armas.



Laura Díaz

19 septiembre, 2009

"Campanarios y peces que regresan del silencio"



Titulo de la obra: “Campanario y peces que regresan del silencio”
Técnica: fotografía digital



Hice esta fotografía en un día tormentoso de diciembre en la Alhambra de Granada. Me encanta la dualidad de la percepción humana, el objetivismo de una imagen, la progresión hacia otros campos que puede ofrecerte un único objeto, un paisaje, un retrato. El campanario, que algunos confunden con la irónica silueta de un vikingo y otros con un coral marino, se refleja en el agua con un movimiento que puede desprender esas nuevas formas imaginarias. Igual ocurre con el reflejo del árbol de la izquierda que, no sólo se mueve aparentemente por el efecto del agua sino también por el efecto “real” del viento que lo agita y, a su vez, también agita el agua: medio en el que flota la escena. Las nubes, sin embargo, han permanecido hieráticas en el reflejo, mientras un espacio de luz quiere hacerse un hueco y dar vida a toda esta oscuridad, podría pensarse, submarina. Los peces rojos del estanque, acostumbrados a la comida de los turistas, se acercan a la superficie ante la más mínima sombra. Ellos, esos peces que regresan del silencio del estanque, de las ruinas de este espacio onírico, son la única visión de la imagen que puede considerarse “real” y no un reflejo. Pero, de pronto, una fina capa de agua los viene a separar también del espectador. ¿Existen esos peces? ¿qué mundo es válido, lo real o el reflejo? ¿Dónde flota todo este espacio? Vuelve Platón y su mito de la caverna a inquietar nuestra certeza…



L.D.S.

18 septiembre, 2009


Retomo el blog...tanto tiempo!

01 julio, 2007

BOSQUE DE OMA


Por qué será que los escritores sienten la atracción de los árboles... Una reflexión: gracias a esos árboles que pueblan los bosques amenazados, el hombre pudo un día escribir letras entitadas que habría de dejar la huella de la Historia. Todavía sentimos una sensación especial al pasar las hojas de un libro, al oler las páginas, al empapar con colores aguados el papel... Puede que esas páginas que atesoramos guarden la esencia del árbol del que procede. Puede que esa esa la sensación que carecemos cuando leemos a través de pantallas como ésta... Puede y sólo puede que un día todos los bosques sean tan mágicos como el Bosque de Oma (cerca de Guernica) donde un día descubrí el color traspasado por la lluvia y el sol. Obra: "Bosque mágico" 1,20m x 1,20m- óleo y técnica mixta de arena y aglutinante sobre lienzo.

21 mayo, 2007


A veces peces que vuelan,

peces que sobreviven al desierto...

espejismos de color entre la arena.

A veces peces que se cuelan en tus dedos,

peces que recuperan las esquinas

del recuerdo.


L.D.S.

05 abril, 2007



MAR
"Mar...amar" M.T. Horta
Ruges porque te enfrentas al silencio,
porque tus brazos de agua se cuelan
en las rendijas de la tierra
pero nunca permanecen.
Buscas como incansable de ser inmenso
y , ayudándote del viento, te haces libre.
Agitas con espuma de tristezas
la soledad del marinero
y te haces uno entre muchos,
un solo mar paseándose por
distintas rocas y arenas...
Ruges porque ahogas de vida
las entrañas de la tierra.
Eres agua, viento y fuerza...
Eres cielo infinito a lo lejos...
Eres mar, eres espejo del cosmos
En el que viajan las estrellas.
L.D.S.

05 marzo, 2007


De espirales y otros centros...
Finalmente salí de mi rinconcito, de mi local azul en el que pintaba y expuse mis obras por primera vez... bueno, en realidad por segunda, la primera fue una exposición conjunta cuando tenía once años y mis obras se reducían al realismo de bodegones de flores y cestas y marinas de cielos borrascosos... Ha llovido mucho desde entonces y ahora huyo de esta realidad para transformarla en lugares inexistentes, espirales y metáforas que mezclo con poesías y palabras. Me gustó la sensación de leer lo que la gente escribía en un cuaderno que dejé en la sala del bar, un claustro con ventanales de cristal y en el centro esculturas extrañas hechas con raíces. Me gustó llegar a la gente, compartir mi pintura y mis poesías, mi canto desgarrado a tanta realidad enfermiza. A todos los que me apoyaron y me visitaron, a todos los que ahora visitan este espacio, gracias.